sábado, febrero 04, 2006

VP21: Mamá...quiero ser DJ (final)

La electrónica llega al pop

Pero volviendo a mediados del siglo XX, estas primeras y costosas evoluciones de la música electrónica fueron patrocinadas desde el poder económico y político. Esto cambiaría a partir de los 60s con innovaciones como el sintetizador Moog basado en la nueva tecnología del transistor. Las bandas de rock y de pop empezaron a electrificarse e incorporar teclados electrónicos.



La revolución bailada

Pero la verdadera revolución llegó de la mano de la TB303, un sinte de líneas de bajo fabricado por Roland en 1982, que por su difícil manejo y bajas prestaciones no aguantaría ni dos años en el mercado.

Cinco años después de ser retirado, en el 1987, dj Pierre compraba a precio de chatarra una TB303. Se le ocurrió hacerla chirriar a base de retorcer sus controles. De allí salió un sonido que recordaba remotamente a un bajo, y que al ser acelerado, subía de tono hasta convertirse en un chillido burbujeante y penetrante. Así nació el sello de identidad del acid house. Una muestra en:
http://download.keyboards.de/2004/01/401095/bassline_realtb303.mp3
Su sonido acelerado provocaba una excitación y un frenesí comparable a la subida de un ácido.

La TB303 y el nacimiento del Acid House conquistaron el corazón de la nueva generación. Periodistas y autoridades, pensando que el acid house era una música que acompañaba la ingesta de ácido (LSD), decidieron reprimir sus manifestaciones. Pero no era LSD lo que también se estaba expandiendo en aquellos momentos. La popularización de la música electrónica conocida como Acid House coincidió en el tiempo con la popularización del Ecstasy.

Hablando de ácido, resulta que este año es el centenario de Albert Hofmann, investigador de Sandoz (actual Novartis) y descubridor del fármaco más potente y especifico jamás sintetizado: el LSD, conocida popularmente como ácido lisérgico o ácido a secas. Feliz centésimo cumpleaños Dr. Hofmann!

La tecnología farmacológica ha evolucionado como lo hicieron sus predecesoras. Nacida con fines utilitarios (terapéuticos), su aplicación se ha ido extendiendo hacia los usos lúdicos. Desgraciadamente esta democratización todavía se percibe desde el poder como una amenazante epidemia en expansión que se debe atajar a base de recortar derechos y libertades.

Confusión y represión

La popularización de la música electrónica de la mano del Acid House, coincidió en el tiempo con la expansión del uso lúdico del ecstasy. Erróneamente algunas autoridades establecieron una relación causal entre uno y otro fenómeno y en su confusión abogaron por prohibir los festivales de música electrónica.
http://shortlink.co.uk/748
No hay relación causal, pero SÍ hay relación casual, esto es, de coincidencia, pues los fenómenos del house y del éxtasis se propagaron en paralelo. El consumo de cualquier droga supone riesgos y el ecstasy no es una excepción, bien es cierto que la ingesta de cacahuetes todavía supone un riesgo mayor!
http://www.thegooddrugsguide.com/ecstasy/dangers.htm

Un ejemplo palmario de la confusión entre música electrónica y drogas lo da el testimonio del inspector Brown en el juicio a los organizadores de una fiesta en Dundee, Reino Unido en 1989.

Juez: ¿Qué es la música acid house?
Inspector Brown: La he visto en Top of the Pops. No es más que barullo, un ruido que no para nunca. No tiene ritmo ni letra, pero parece que es la moda ahora.
Juez: Si hubieran pinchado música country o temas de los Beatles, ¿habría sido distinto?
Inspector Brown: Es probable.
Juez: ¿De qué quiso usted acusarlos?
Inspector Brown: Después de oír el tipo de música que ponían, mi intención fue acusarlos de acuerdo con la Ley de Abuso de Drogas.

(Extraído de “Estado Alterado”: http://www.primeravistalibros.com/fichaLibro.jsp?codigo=540).

Estos contratiempos no impidieron que la música electrónica ganara adeptos y reuniera la concentración más numerosa jamás vista


mas de un millón de seguidores en la Love Parade de Berlín, y sus réplicas en diferentes capitales del mundo.


La música electrónica de baile sigue imparable su camino, evolucionado en más de un centenar de subgéneros.

El sonido Voltech es una muestra más de esta evolución. En la sala Allen Roc de Cornellá, en el 225 de la Avenida de Esplugas, a diez minutos de Barcelona, el sábado 4 de Febrero a partir de las 23:59, la VoltechPary 21 será lo último en electrónica creativa, sensitiva y participativa.

VP21 : ”Mama...quiero ser DJ”, una fiesta diferente para un mundo diferente