domingo, abril 30, 2006

La música que moviliza


Hace medio siglo otro género de música de baile, el rock & roll, también despertó reacciones adversas. A principios de los 50s en los EE UU los negros vivían separados de los blancos. Cada grupo racial había desarrollado su propia música de baile, los blancos el country y los negros el swing en su última expresión; el "rhythm & blues". En un país segregado las ondas de radio traspasaban las barreras raciales.

Alan Freed, joven dj de una emisora para blancos, consciente del éxito de la música negra entre sus jóvenes oyentes, decidió programar medio a escondidas y en horario nocturno rhythm & blues al que bautizó con la etiqueta “rock & roll”. El éxito fue fulminante y Alan Freed empezó a programar festivales de rock & roll en grandes estadios, festivales a los que acudían miles de jóvenes blancos con ganas de bailar.

Para los más conservadores, aquella música suponía una amenaza al statu quo segregacionista en el que los negros ocupaban el estrato social más bajo. Fue en el Boston Arena (1958), cuando una violenta intervención policial contra jóvenes que asistían al festival, fue transmitida y criticada en directo por Alan Freed. Esto le costó una denuncia policial por promover desordenes públicos y el despido de la emisora para la que trabajaba. Posteriormente una investigación policial encontró supuestos pagos ilegales de las compañías discográficas. Alan Freed pago un alto precio por su osadía y el rock & roll fue criminalizado.

Pero esta música acabará siendo la música más escuchada tras "blanquearse", sacrificando el componente africano más bailable en beneficio de un discurso cantado. Así nació el rock, como fusión de rock & roll negro y folk blanco. El rock es una música más ajustada a la tradición occidental, música más melódica y discursiva, con mensaje para ser escuchado en concierto y no tanto para ser bailado.

Hoy en día parece producirse un fenómeno parecido con la música dance. El techno y el house, para salir del gueto y para acercarse al gusto dominante, abandonan su componentes más extático. Se fusionan con el rock y el pop y se vuelven melódicos y discursivos. O devienen mínimal, abandonando la carnalidad de los graves profundos, las líneas de bajos, bombos, ritmos frenéticos y efectos impactantes.

El sonido Voltech evoluciona sin perder su esencia de música de baile. Se trata de provocar estados alternativos de conciencia, éxtasis en el que el baile impulsa un sentido colectivo integrador que disuelve identidades.