sábado, febrero 04, 2006

VP21: Mamá...quiero ser DJ

Este año se cumple el primer centenario de la música electrónica. En el 1906 se presentaron al mundo los dos inventos que revolucionarían la música del futuro: el primer órgano eléctrico, conocido como telharmonium y el primer amplificador electrónico basado en tecnología de lámparas de vacío.

Esta historia es la historia de la música electrónica desde su incubación en el regazo del poder hasta su actual expansión y democratización, cuando un poco de voluntad basta para que cualquiera pueda producirla y divulgarla. La VP21 es un homenaje a los nuevos creativos que tanto nos hacen disfrutar, a aquellos que sintieron la llamada de la música electrónica: “mamá, quiero ser DJ”.

Tecnología útil, tecnología lúdica

Todas las tecnologías nacieron para cubrir necesidades básicas. Cuando esas tecnologías llegaron a la madurez empezaron a satisfacer otras necesidades lúdicas. Así fue con la escritura o la máquina de vapor. Los primeros escritos, hace 6 o 7 mil años, eran contabilidades fiscales y contratos de compra/venta, luego aparecerían los textos sagrados y mitológicos. La tecnología de la máquina de vapor se ideó para transportar mercancías y trabajadores, pero luego daría paso a usos lúdicos originando el turismo de masas.

El inicio de la electrónica

La bombilla y el motor eléctrico fueron las primeras aplicaciones de la electricidad. Probando con una bombilla con el filamento roto, Edison descubrió el primer dispositivo electrónico. Aumentando el voltaje, la corriente eléctrica saltaba y se restablecía, pero sólo en una dirección. Así apareció el primer rectificador electrónico que convertía la corriente alterna en continua.

Mientras tanto, la transmisión telefónica a larga distancia necesitaba de potentes señales eléctricas. A partir de la bombilla de Edison se desarrollaría en el 1906, hace justamente un siglo, la primera lámpara de vacío que funcionaba como un amplificador de la señal eléctrica. La segunda aplicación práctica del amplificador tuvo usos más lúdicos en los circuitos electrónicos de tocadiscos, radios y televisión. En el caso de la electrónica, de nuevo se da el tránsito del uso utilitarista al uso lúdico.

Prehistoria

También hace justamente un siglo, en el 1906 se puso a punto el primer instrumento musical eléctrico: el telharmonium. Su inventor desconocía los progresos paralelos en amplificación, así es que conseguía un sonido potente a base de antigua tecnología eléctrica, con 145 rotores y dinamos de considerable tamaño.
Esos rotores generaban corriente alterna de diferentes frecuencias, produciendo arcos voltaicos que hacían zumbar el aire circundante reproduciendo la escala musical.


El telharmonium era un monstruo de 200 toneladas y 18 metros que ocupaba toda una planta en el nº 535 de la 56th Street en West Manhattan. A diferencia de los instrumentos que le seguirían, el telharmonium pertenece a la prehistoria pues fue desguazado antes de que su sonido pudiera ser registrado.

VP21: Mamá...quiero ser DJ (continuación)

Los primeros pasos de la electrónica

Las potencias de la época vieron en la electrónica un medio para mostrar su musculatura tecnológica. La música producida y reproducida por medios electrónicos ejemplificaba la síntesis entre arte y tecnología. Las naciones de vanguardia competían por la supremacía mundial con sus nuevos artilugios electrónicos.

Así en la Rusia revolucionaria se desarrollaría el theremin, instrumento que se tocaba sin tocarlo. Compuesto de dos antenas emisoras, creaba sonidos de diferentes tonos por interferencia entre las ondas de ambas antenas.

http://labfiz.uwb.edu.pl/ptf/echa/w_siwak/audiosfera/video/theremin.avi

La frecuencia y volumen del sonido se regulaba con el movimiento de las manos. Impresionado con el invento, Lenin mandó construir 600 unidades para difundir la nueva fe en el progreso. Esos theremines acompañarían a las orquestas soviéticas en sus giras por el basto imperio ruso.

Su enigmático sonido, a medio camino entre la voz humana y el violín, le convertirían en la banda sonora de las películas de ciencia ficción de serie B de los 50s.

Recientemente el sonido del theremin ha sido recuperado por el grupo de trip hop Portishead.

http://www.halvorsen.org/audio/samples/mystsample.mp3

Pero volviendo a principios de siglo, en Italia el movimiento futurista, uno de los pilares ideológicos del fascismo, incorporaba sonidos maquinales a la música. Su "arte del ruido" (Art of Noise) fue el principio de la música concreta. Estos románticos tecnófilos trataban de "Incorporar a los grandes y centrales temas del poema musical el dominio de las máquinas y la victoria del reino de la Electricidad".



Pero esta lírica del progreso tenía un lado siniestro cuando añadían: "Queremos glorificar la guerra -única higiene del mundo- el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las bellas ideas por las cuales se muere y el desprecio de la mujer."






En el 1932 en Alemania, la Orquesta Electrónica del Instituto Heinrich Hertz emitía para todo el país desde un teatro de Berlín.

La Orquesta se componía de dos theremines, un trautonium, un hellertion, un Gran Piano Neo-Bechstein, un gran piano eléctrico, un violín eléctrico y un cello eléctrico, una amplia muestra de la nueva tecnología electrónica alemana. El trautonium, que tenía este aspecto


sonaba así
http://www.obsolete.com/120_years/machines/trautonium/audio/traut2.wav

Mientras tanto en los Estados Unidos la compañía telefónica Bell ponía a punto un sistema capaz de analizar y sintetizar la voz humana. En su presentación pública en la Feria Mundial de 1939, el vocoder sonaba así:
http://www.obsolete.com/120_years/machines/vocoder/voder.au
El vocoder fue popularizado por Cher en el fulgurante éxito de 1998 'Believe'.

VP21: Mamá...quiero ser DJ (final)

La electrónica llega al pop

Pero volviendo a mediados del siglo XX, estas primeras y costosas evoluciones de la música electrónica fueron patrocinadas desde el poder económico y político. Esto cambiaría a partir de los 60s con innovaciones como el sintetizador Moog basado en la nueva tecnología del transistor. Las bandas de rock y de pop empezaron a electrificarse e incorporar teclados electrónicos.



La revolución bailada

Pero la verdadera revolución llegó de la mano de la TB303, un sinte de líneas de bajo fabricado por Roland en 1982, que por su difícil manejo y bajas prestaciones no aguantaría ni dos años en el mercado.

Cinco años después de ser retirado, en el 1987, dj Pierre compraba a precio de chatarra una TB303. Se le ocurrió hacerla chirriar a base de retorcer sus controles. De allí salió un sonido que recordaba remotamente a un bajo, y que al ser acelerado, subía de tono hasta convertirse en un chillido burbujeante y penetrante. Así nació el sello de identidad del acid house. Una muestra en:
http://download.keyboards.de/2004/01/401095/bassline_realtb303.mp3
Su sonido acelerado provocaba una excitación y un frenesí comparable a la subida de un ácido.

La TB303 y el nacimiento del Acid House conquistaron el corazón de la nueva generación. Periodistas y autoridades, pensando que el acid house era una música que acompañaba la ingesta de ácido (LSD), decidieron reprimir sus manifestaciones. Pero no era LSD lo que también se estaba expandiendo en aquellos momentos. La popularización de la música electrónica conocida como Acid House coincidió en el tiempo con la popularización del Ecstasy.

Hablando de ácido, resulta que este año es el centenario de Albert Hofmann, investigador de Sandoz (actual Novartis) y descubridor del fármaco más potente y especifico jamás sintetizado: el LSD, conocida popularmente como ácido lisérgico o ácido a secas. Feliz centésimo cumpleaños Dr. Hofmann!

La tecnología farmacológica ha evolucionado como lo hicieron sus predecesoras. Nacida con fines utilitarios (terapéuticos), su aplicación se ha ido extendiendo hacia los usos lúdicos. Desgraciadamente esta democratización todavía se percibe desde el poder como una amenazante epidemia en expansión que se debe atajar a base de recortar derechos y libertades.

Confusión y represión

La popularización de la música electrónica de la mano del Acid House, coincidió en el tiempo con la expansión del uso lúdico del ecstasy. Erróneamente algunas autoridades establecieron una relación causal entre uno y otro fenómeno y en su confusión abogaron por prohibir los festivales de música electrónica.
http://shortlink.co.uk/748
No hay relación causal, pero SÍ hay relación casual, esto es, de coincidencia, pues los fenómenos del house y del éxtasis se propagaron en paralelo. El consumo de cualquier droga supone riesgos y el ecstasy no es una excepción, bien es cierto que la ingesta de cacahuetes todavía supone un riesgo mayor!
http://www.thegooddrugsguide.com/ecstasy/dangers.htm

Un ejemplo palmario de la confusión entre música electrónica y drogas lo da el testimonio del inspector Brown en el juicio a los organizadores de una fiesta en Dundee, Reino Unido en 1989.

Juez: ¿Qué es la música acid house?
Inspector Brown: La he visto en Top of the Pops. No es más que barullo, un ruido que no para nunca. No tiene ritmo ni letra, pero parece que es la moda ahora.
Juez: Si hubieran pinchado música country o temas de los Beatles, ¿habría sido distinto?
Inspector Brown: Es probable.
Juez: ¿De qué quiso usted acusarlos?
Inspector Brown: Después de oír el tipo de música que ponían, mi intención fue acusarlos de acuerdo con la Ley de Abuso de Drogas.

(Extraído de “Estado Alterado”: http://www.primeravistalibros.com/fichaLibro.jsp?codigo=540).

Estos contratiempos no impidieron que la música electrónica ganara adeptos y reuniera la concentración más numerosa jamás vista


mas de un millón de seguidores en la Love Parade de Berlín, y sus réplicas en diferentes capitales del mundo.


La música electrónica de baile sigue imparable su camino, evolucionado en más de un centenar de subgéneros.

El sonido Voltech es una muestra más de esta evolución. En la sala Allen Roc de Cornellá, en el 225 de la Avenida de Esplugas, a diez minutos de Barcelona, el sábado 4 de Febrero a partir de las 23:59, la VoltechPary 21 será lo último en electrónica creativa, sensitiva y participativa.

VP21 : ”Mama...quiero ser DJ”, una fiesta diferente para un mundo diferente